Observar una hoja de contactos es como leer una pequeña historia. Fotograma a fotograma se pueden ver
los diferentes puntos de vista que el fotógrafo ha ido tomando: empieza a disparar cuando está lejos, luego
se acerca, se agacha, sigue disparando, le distrae otro personaje que aparece en escena y se convierte en el
actor principal, se mueve, de disparar en horizontal pasa a vertical, se para y finalmente toma detalles de la
escena que pueden ser o no importantes.
En 36 fotogramas tiene una historia. Escoger bien uno de esos fotogramas de un carrete de fotos para su
publicación cuando se disparaba en analógico, fue durante muchos años un rompecabezas para el fotógrafo
y el editor gráfico para que, con una sola imagen, se pudiese resumir lo que había acontecido.
PRÁCTICAS: Repasaremos todos vuestros trabajos durante el curso y editaremos las mejores fotografias